Mathilde Carletti me cuenta el gran éxito que ha tenido en Francia el cenicero de bolsillo publicitario (que ya enseñamos en este blog hace unos meses), y no me extraña en absoluto: es práctico, es ecológico y es atractivo, tres cualidades que hacen del cenicero de bolsillo un artículo publicitario excelente (y no lo digo únicamente porque yo sea fumadora, que conste).
ECOLÓGICO, PRÁCTICO, ATRACTIVO.
No es ninguna tontería: el cenicero de bolsillo es un artículo de gran valor ecológico, pues contribuye eficazmente a la preservación del medio ambiente y la limpieza de nuestras calles, donde, lamentablemente proliferan abundantemente las colillas de cigarrillos.
Contrariamente a otros ceniceros desechables, éste está concebido para ser utilizado durante mucho tiempo, y, además, está fabricado en material reciclable, por lo que no se añade una polución suplementaria. Se puede utilizar en cualquier sitio donde no haya un cenicero a mano, en la playa, en el cámping, en la ciudad… y así contribuir a mantener la limpieza e integridad de estos lugares.
El cenicero de bolsillo es compacto y ligero y su diseño es práctico y atractivo: la tapa hace de cortavientos y evita el desagradable olor de las colillas, tiene un par de hendiduras para apoyar los cigarrillos y una zona de almacenamiento de las colillas y ceniza.
El cenicero de bolsillo se puede utilizar como objeto publicitario con una personalización en colores con su logo. Además se puede adquirir en formato pack para su comercialización en puntos de venta destinados al gran público.