Ofrecer un regalo a sus clientes, proveedores o empleados es, indudablemente, una muy buena idea que puede repercurtir muy favorablemente en beneficio de su empresa. Pero antes de escoger el regalo de empresa, es necesario plantearse unas preguntas previas:
* ¿Cuál es el mensaje que el regalo debe vehicular? No olvidemos que un regalo de empresa refleja siempre a la empresa que lo ofrece.
* ¿Qué imagen desea transmitir de su empresa?: ¿creatividad, calidad, servicio,…?
* ¿Qué objetivo se persigue al ofrecer el regalo?: ¿toma de contacto, agradecimiento, incitación a comprar,…?
* ¿Cuál debe ser el impacto del regalo en el tiempo? Algunos regalos tienen una «vida corta», por ejemplo, una botella de vino, en cambio, por el mismo presupuesto se puede escoger un regalo más duradero.
* ¿Qué impacto deseamos que tenga ese regalo en el espacio del receptor del mismo? O lo que es lo mismo, ¿cuándo deseamos que esa persona piense en nuestra empresa o en nuestros productos?
* ¿Deseamos regalar algo caro o de buena marca, independientemente de su precio, o preferimos ajustarnos a un presupuesto determinado?
* ¿Ha de ser algo clásico o, por el contrario, preferimos sorprender con algo nuevo y original?
* ¿Cómo vamos a envolver el regalo? ¿Y a enviarlo? ¿Cuál será el coste de ambas operaciones?
Todas estas cuestiones deben plantearse y resolverse antes de escoger el regalo, la selección del cual puede ser complicada, dada la variedad de objetos que hay a nuestro alcance, desde un reloj para el escritorio para reflejar un servicio de calidad, pasando por un par de calcetines publicitarios que transmitan originalidad y creatividad, y finalizando con una pluma estilográfica publicitaria de alta calidad que dará un toque más personal.