« Piensa esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca (…) Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo y que no es tu cuerpo (…) No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj » ( Julio Cortázar. Preámbulo a las Instrucciones para dar Cuerda al Reloj, » De Cronopios y de Famas » )
Cuando Cortázar describe el acto de regalar un reloj, con una mirada poética notablemente crítica y no exenta de humor, está denunciando el estrés de los tiempos modernos, aquellos en los que la vida está sometida a un esquema tan rutinario como asfixiante. El tiempo, sin duda, rige todos los aspectos de nuestra vida, constantemente hacemos uso y abuso de la hora, y el reloj, aunque se lo pidamos como en aquel famoso bolero, sigue marcando, inexorablemente, el paso de las horas.
Me temo que me he puesto demasiado seria, cuando lo único que quería era enseñaros estos relojes promocionales. El reloj personalizado es un producto promocional con mucho éxito, sobre todo, como regalo de empresa, de hecho, las ventas de relojes promocionales representan alrdedor de un 2,20% de las ventas totales del mercado de objetos publicitarios.
Un reloj convenientemente personalizado puede ser una buena herramienta de comunicación para vuestra marca como sinónimo de precisión. Es muy importante acertar con el diseño sin abusar de colores ni grafismos excesivos que dificulten la visión de la hora 🙂 Como cualquier regalo publicitario, los relojes personalizados deben conservar, ante todo, la utilidad primordial para la que han sido concebidos.
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