He aquí 5 consejos para realizar un plan de marketing para una pequeña y mediana empresa. Con ellos es muy posible que el plan de marketing pueda ser útil en el día a día, en vez de acumular polvo en una estantería.
1.- No escribir un libro:
Probablemente la efectividad final del plan de marketing sea inversamente proporcional a su número de páginas: un plan no es bueno ni malo porque sea corto o extenso, tiene que tener las páginas que deba, pero las cosas de relleno o la prosa enrevesada mejor se quedan fuera.
2.- Centrarse en la acción:
Un plan de marketing requiere análisis, diseñar estrategias… pero esencialmente sirve para saber qué hacer a fin de conseguir los objetivos así que si al final el plan no se enfoca en qué hay que hacer y cuándo, no tenemos nada. Si del plan no sale una lista detallada de acciones que trasladar a nuestra agenda, los gráficos de colores en 3D no nos van a servir de nada.
3.- No «rellenar los huecos»:
Todos hemos sido culpables de esto alguna vez. Uno está haciendo el plan de marketing y llega a un punto en el que hay que detallar algo (perfil del cliente, análisis de la demanda o alguna cosa similar) y como no tiene demasiada idea o piensa que ponerse a investigar la respuesta puede ser una tarea pesada, empieza a rellenar lo que le parece para cumplir la papeleta y pasar a los puntos posteriores que parecen los importantes. Rellenar es tiempo perdido, puede que la sensación subjetiva de no hacerlo y ver huecos en blanco no guste, pero escribir por escribir no consigue clientes. Si tenemos alguna sensación de que estamos haciendo eso mejor atajarla y dedicarnos a hacer otra cosa, será más productivo.
4.- Analizar de verdad:
Las partes de análisis de un plan de marketing pueden caer fácilmente en un «voy a figurarme unos cuantos motivos para que al final el análisis sea una justificación de lo que ya pensábamos de antemano». El análisis es mirar de manera crítica precisamente para desafiar lo que pensamos de antemano. Cualquier otra cosa vuelve a ser esfuerzo en vano. Ante cada cosa que afirmemos preguntémonos: “¿Por qué?”. Si la respuesta es difusa o no la hemos contrastado, tenemos que trabajarlo más.
5.- Revisarlo a menudo:
A veces nos cuesta tanto hacer un plan de marketing que cuando lo cumplimos ha sido uno de esos «trabajos de Hércules» que nos han agotado y no queremos saber nada más de ello. El plan no tiene como objetivo imprimirlo, dejarlo en la estantería y olvidarse. El plan debe revisarse, actualizarse y corregirse (porque habrá bastantes cosas que corregir…). El plan suele ser algo teórico que cuando choca con la realidad muestra que había demasiadas suposiciones y muchas estrategias teóricas… hay que aprender de ello y modificarlo de acuerdo a lo que la realidad nos diga.
Fuente: Microsoft.com